Labor de restauración: Velando por nuestro pasado e historia

Verónica Illanes

es arquitecto y socia de la oficina Tándem limitada, que se dedica al desarrollo de proyectos de restauración patrimonial. En la actualidad, está a cargo del desarrollo de los proyectos de la oficina. Es conocedora del rol del arquitecto en la sensible labor de preservar el patrimonio cultural.

¿Qué valor piensa usted que tiene la función que realiza?

El desarrollo de proyectos de restauración y puesta en valor de edificios o inmuebles de valor patrimonial, aporta a la conservación de edificios que son testimonio de nuestro pasado e historia y que serán legados a futuras generaciones, permitiéndoles entender cómo se construyó nuestra historia nacional.

¿Cómo se relaciona ésta con otras áreas de la cultura?

A mi entender de muchas maneras. Hay aportes directos, como los estudios previos a realizar, para entender por qué un edificio es valioso y lo queremos conservar como patrimonio, ya que tiene relación con la investigación histórica en el amplio sentido de la palabra, incorporando arqueología, pero también las dimensiones socioculturales de tradiciones asociadas a los edificios. La vida que ahí se da, las tradiciones que ahí cobran vida, etc. 

También se relaciona con los generosos espacios que quedan a disposición de la comunidad para ser utilizados, para encontrarse, exhibir arte y desarrollar actividades culturales, entre otras.

¿Qué función cumplen los arquitectos en la preservación del patrimonio cultural?

Los arquitectos nos avocamos a conservar la espacialidad contenida o definida por lo material y construido. El rol del arquitecto es tener la sensibilidad para identificar, con claridad, los valores y atributos de un edificio, vale decir aquello que es lo realmente importante que debo conservar, a toda costa, y tener la imaginación y capacidades técnicas para reinventar espacios de una manera segura y duradera, permitiendo la conservación material del edificio, pero también dar las condiciones para asegurar el uso, la conservación inmaterial de la vida que ahí se da.

¿De qué manera el Estado participa en la preservación del Patrimonio? Es una evaluación positiva o negativa. 

El Estado desempeña un rol fundamental en la preservación del patrimonio. Además de contar con la información sistematizada de lo que hay a nivel nacional, aplica altos estándares técnicos y teóricos en la recuperación de los inmuebles de gran envergadura, generalmente de uso público, por lo que mi evaluación es positiva. Sin embargo, queda mucho por hacer en la promoción de la conservación y puesta en valor del patrimonio de propiedad privada, con políticas que incentiven a su recuperación, y no que tengan la connotación punitiva con la que, muchas veces, es percibido y vivido por personas naturales que no tienen los recursos monetarios ni técnicos para afrontar las tramitaciones excesivas simplemente para reparar una cornisa o pintar una fachada. En este ámbito, hay mucho que trabajar.

¿Qué proyectos tiene en su área de trabajo? ¿Cuál es la motivación?

La mayoría son proyectos desarrollados para el Ministerio de Obras Públicas, y el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Recuperaciones de estaciones de ferrocarriles para uso cultural, Iglesias y casonas de madera en el sur de Chile, Ex Aduana en Iquique, Actualización de Inventario de Patrimonio Cultural Inmueble de O´Higgins, entre otros.

La principal motivación es trabajar con los mejores edificios construidos en su época, teniendo la oportunidad de sumergirse en la historia y la técnica constructiva del mismo, íntimamente ligado a la historia nacional, permitiéndonos entender cómo estos hablan de su época. También nos da la oportunidad de transformar y reinventar el uso de espacios espectaculares, pudiendo ser conservados para las futuras generaciones.

Desde su mirada como arquitecto, en términos generales ¿Cómo es la ciudad en que vivimos?

Es una ciudad extensa y heterogénea, con vistas y lugares hermosos y con heridas y sectores en donde la falta de recursos castiga los espacios públicos, en vez de concentrar los esfuerzos de profesionales del mundo público y privado y generar proyectos que detonen el mejoramiento de esos sectores.